(extracto del libro)
“Las buenas intenciones no son suficientes.
Cuando el amor cede y la vida diaria comienza a imponerse, los hombres siguen esperando que las mujeres piensen y reaccionen como hombres y las mujeres esperan que los hombres sientan y se comporten como mujeres.
Sin un conocimiento claro de nuestras diferencias, no nos tomamos el tiempo para comprendernos y respetarnos. Nos tornamos exigentes, resentidos, criticones e intolerantes.
Aún con las mejores y más afectuosas intenciones, el amor sigue muriendo. De alguna manera los problemas se abren camino. Los resentimientos toman cuerpo. La comunicación se interrumpe. La desconfianza crece. Surgen el rechazo y la represión. Se pierde la magia del amor. Nos preguntamos: ¿Cómo sucede? ¿Por qué sucede? ¿Por qué nos sucede a nosotros?
Para responder a estas preguntas nuestra mente ha desarrollado brillantes y complejos modelos filosóficos y psicológicos. Sin embargo, los patrones siguen apareciendo. El amor muere. Le ocurre a casi todo el mundo.
Cada día millones de individuos buscan un compañero a fin de experimentar ese especial sentimiento de afecto. Cada año, millones de parejas se unen en el amor y luego se separan dolorosamente por haber perdido ese sentimiento afectuoso. De cuántos son capaces de mantener el amor el tiempo suficiente, sólo el cincuenta por ciento permanece unido.
De aquellos que permanecen juntos, posiblemente otro cincuenta por ciento no se siente realizado. Permanecen juntos por lealtad y obligación o por miedo de tener que volver a empezar. En efecto, muy poca gente es capaz de crecer en el amor.
Sin embargo, ocurre.
Cuando los hombres y las mujeres son capaces de respetar y aceptar sus diferencias, el amor tiene entonces la oportunidad de florecer. Al comprender las diferencias ocultas del sexo opuesto, podemos dar y recibir con mas éxito el amor que esta en nuestros corazones. Al confirmar y aceptar nuestras diferencias, se descubren soluciones creativas por medio de las cuales podemos lograr la obtención de lo que queremos. Y más cuando los hombres y las mujeres son capaces de respetar y aceptar sus diferencias, el amor tiene entonces la oportunidad de florecer.
Más importante aún, podemos aprender la manera de amar y apoyar mejor a las personas por las que nos interesamos.
El amor es mágico y puede durar si reconocemos nuestras diferencias. “…..