El primer amor es este tipo de persona que nos atraerá a lo largo de nuestra vida. Muestra lo que nos gusta, lo que nos atrae, cómo nos sentimos y cuál es nuestro patrón. Es una experiencia increíble, porque estamos viviendo algo que nunca antes habíamos experimentado, estamos aprendiendo sobre la atracción entre dos personas. Proyectamos en el otro toda nuestra realidad, de la que no somos conscientes.
Es la primera experiencia en la cual el sentimiento vence a la razón. En primer lugar, por la edad. Para muchos, el primer amor puede ser en la guardería. Entonces el primer amor puede ser una especie de entrenamiento para el amor futuro. Es como el momento en que el niño empieza a descubrir el mundo y empieza a dar los primeros pasos, el primer paso. Así sucede con el primer amor, en la mayoría de los casos viene a prepararte para lo que será, relacionado con tu vida amorosa.
El primer amor te enseña a mirar fuera de ti mismo y mejorar por el bien de alguien.
Te enseña a amar a alguien incondicionalmente. Te enseña a renunciar al orgullo para crecer con alguien.
Estas son lecciones valiosas que te ayudarán en las relaciones que formarás más adelante en la vida.
En el primer amor, proyectamos en el otro toda nuestra belleza, de la que no somos conscientes. Si trabajamos con nosotros mismos, aprendemos a aceptarnos y ver nuestra propia belleza, y no necesitamos tanto que la otra persona la vea. Y nos encontramos con gente como nosotros, que han aceptado su belleza, su amor interior. Ya no nos encontramos con medias naranjas, para que el otro llene nuestro vacío, sino que nos encontramos como partes enteras, que se juntan disfrutan del camino…
Tras el final de la primera historia de amor, comienza un período en el que todo está en el polo opuesto, el desamor.
Tienes la impresión de que nunca más volverás a amar, que siempre serás traicionado o que tu corazón ya no es capaz de volver a sentir nada. Y así, en nuestra mente se mezclan un montón de sentimientos a lo largo del tiempo que, en algún momento, casi quieres volver a ser ese niño inocente para poder empezar de nuevo con fuerzas frescas y una actitud positiva.
Pero esto no sucede cuando comienzas una nueva relación, tiendes a traer los ladrillos con los que se construyó la relación anterior y simplemente construyes la misma casa cuando en realidad quieres tener una nueva. Algunas cosas no duran para siempre, pero otras sí. Un buen libro, un recuerdo que te lo llevas a todas partes y que compartes con todos porque es parte de ti y te define y te hace ser lo que eres hoy. Así es con este primer amor, es parte de ti de lo que eres ahora y es en vano negarlo mejor aceptarlo y abrazarlo como a ti mismo.
Por Luisa